La violencia es una
interacción que parece inherente a la naturaleza de la vida. Ha estado presente
durante todo el desenvolvimiento de la vida, desde las bestias hasta el
surgimiento de la especie humana, diferenciándonos de los animales.
Pretendo en este
ensayo desmantelar el concepto de violencia de las cargas morales que se le
atañen en las sociedades globalizadas. Siguiendo esta línea, lo conveniente
sería responder a la pregunta de: ¿Qué es la violencia?
Su definición resulta
conflictiva y para nada fácil, durante el siglo pasado la violencia fue un
tópico especialmente vital en el transcurso de este y sus discusiones tanto
filosóficas como científicas. Es en este contexto donde colisionarán dos
posturas que se disputaran el espacio del conocimiento desde la segunda mitad
del siglo XX, hablamos del Relativismo y los Relativistas cognitivos.
La disputa de si la
ejecución de la violencia en sus diversos grados se ejerce por factores
causales explicables por la variabilidad de los juegos de lenguaje que se
presentan en cada sociedad y como lo asimila cada individuo, haciéndose
virtualmente imposible su comprensión y hasta inútil, o se puede analizar bajo
un espectro universal y absolutamente cierto. La violencia recibe definiciones
como la siguiente:
“El uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea
en grado de amenaza o efectivo, contra uno mismo, otra persona o un grupo o
comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte,
daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones.”
(Organización mundial de la salud (OMS), 2002).
Siendo esta una definición
neutra, sin cargas valoricas evidentes pero que en realidad es bastante difusa
bajo un enfoque relativista ,ya que si le presentamos esta definición a un
Muyahidín Afgano durante la invasión Estadounidense, probablemente discrepe de
esta definición, bajo sus propios juicios morales, para él la violencia no sea
una amenaza o efectivo, sino una defensa o necesidad frente a lo que para su
sociedad significa el hecho de una invasión extranjera, en medio de un
territorio que ya ha sido invadido.
Este ejemplo resulta acertado el apunte que define al
relativismo de (Sokal, 2009) “(…) Se pueden distinguir formas diferentes
de relativismo según la naturaleza de la aserción: el relativismo cognitivo, si
la aserción se refiere a presuntos hechos (es decir, a lo que existe o a lo que
se presume que existe); el relativismo moral o ético, si se tratan juicios de
valor (lo que está bien o lo que está mal, lo que es deseable lo que es
perjudicial), y el relativismo estético, si se habla de juicios artísticos (de
lo que es bello o feo, agradable o desagradable),(…)”(Pp. 230-231).
Es con esto donde se
manifiesta el que el relativismo es cualquier filosofía que promulga que la
verdad o falsedad de un hecho o lenguaje dependerá del individuo o sociedad que
le vea o lo vocalice.
Esta supuesta postura
del Muyahidín se puede enraizar en las interacciones lingüísticas, de que
nuestro mundo y sus significados se configuran por el lenguaje y sus
variaciones, generando una multiplicidad de voces.
Esto es señalado por (Wittgenstein, 2001) “6.43 Si la voluntad buena o mala cambia el mundo, entonces sólo puede
cambiar los límites del mundo, no los hechos; no lo que puede expresarse
mediante el lenguaje. En una palabra, el mundo tiene que convertirse entonces
en otro enteramente diferente. Tiene que creer o decrecer, por así decirlo, en
su totalidad. El mundo del feliz es otro
que el del infeliz” (Pp. 179)
Y esto sustentando en
una de las más celebres anotaciones de (Wittgenstein, 2001)”
1. El mundo es todo lo que es el caso.
1.1 El mundo es la totalidad de los hechos, y por éstos
todos los hechos.
1.12 Porque la totalidad de los hechos determina lo que
es el caso y todo cuanto no es el caso.
1.13 Los hechos en el espacio lógico son el mundo (Pp.15)
Quedando reforzado
dicho relativismo, aunque el pensamiento de Sokal y Wittgenstein entren en
conflicto entre sí, con este argumento de que la realidad del individuo y/o su
sociedad predominarán en la visión del conocimiento de su cultura (mientras
esta no este totalmente absorbida en la homogeneización imperante en la
actualidad), y esta aparente unidad es como un cristal de muchos matices, que
se pueden oponer, como la contrariedad al hecho que acarrea el Racionalismo de
buscar una “Gran Teoría” que lo unifique todo.
Durante siglos las
sociedades globalizadas hemos sintetizado la violencia como un mal social, algo
que buscamos erradicar, la causa de nuestras desgracias, lo que nos separa en
el sueño de la unidad global.
El concepto de
violencia propongo dividirla en 2 tipos, violencia pasiva y violencia activa,
que procederé a tratarlas a continuación, y de forma yuxtapuesta, la violencia
justificada. Teniendo esto en cuenta, trataré el tema de la violencia pasiva,
que sucede en la conformación y mantención de los lazos sociales que cohesionan
a los grupos humanos que llamamos sociedades.
El principal promotor
de la violencia pasiva es la dimensión política, la del poder como atributo de
dirigir el actuar y pensar de los subordinados, de los que gobiernan y los que
son gobernados. Su autoridad radica en
la violencia, es su razón de aceptación y conmutación con la realidad, ese
agente que es descrito en la obra del impulsador de postmodernismo;
(Lyotard, 1987)”(…) Es natural que, en una problemática narrativa, esta
cuestión espere la respuesta de un héroe: ¿Quién tienen derecho a decidir por
la sociedad? ¿Cuál es el sujeto cuyas prescripciones son normas para aquellos a
quienes obligan?”(Pp.60).
Esto también se
extrapola a la esfera legitimadora de estas sociedades, la esfera científica,
que queda expresada por el postmodernismo en lo siguiente:
(Lyotard, 1987)”Examinando el actual estatuto del saber científico, se
constata que incluso cuando este ultimo parecía más subordinado que nunca a las
potencias, y con las nuevas tecnologías se expone a convertirse en uno de los
principales elementos de sus conflictos, la cuestión de la doble legitimación,
lejos de difuminarse, no puede dejar de plantearse con mayor intensidad, Pues
se plantea en su forma más completa, la de la reversión, que hace aparecer que
saber y poder son las dos caras de una misma cuestión ¿Quién decide lo que es
saber, y quién sabe lo que conviene decidir? La cuestión del saber en la edad
de la informática es más que nunca la cuestión del gobierno.”(Pp.23-24)
¿Es acaso imposible e
incluso inútil responder a las preguntas del quién bajo un lente relativista?
Es probable, pero no imposible, probemos a responderla con otra óptica, la
racionalista, pero sin dejar de lado los aportes del relativismo.
El racionalismo se
caracteriza por sus respaldos históricos, aprovechar las argumentaciones
históricas y con esto sustentas muchos de sus fundamentos. La violencia pasiva
ha sido necesaria para mantener a las masas unidas, bajo un sentimiento de
temor ante su gobierno u otro ajeno o en el caso contrario, la violencia de
dominación, ya sea en ámbitos culturales o de otro tipo, también cohesiona a la
facción dominante contra la dominada, siendo esta ultima también teniendo la
posibilidad de ser cohesionada. Paralelamente puede surgir el aspecto curioso,
dentro de cada facción, independiente de que rol cumple, pueden ocurrir micro
juegos de dominancia, en donde el “Héroe” y su discurso no se corresponde con
el metarelato de sus propios dominados. ¿Qué en que me baso para asegurar esto
y no sonar postmoderno? Pues en la Historia como ya mencioné y en el lenguaje
mismo, que a niveles cognitivos es el agente principal de estos efectos, ya
especificaré dichos argumentos. Ahora ¿Cuáles son estos mecanismos que permiten
esta situación?, pues retomando los aportes anteriores, nuestro mencionado
Wittgenstein nos puede ayudar con su propuesta de los juegos del lenguaje:
(Wittgenstein,
Investigaciones Filosoficas, 1999)”
<<Tengo miedo, Desgraciadamente, tengo que
admitirlo>>
<<Todavía tengo un poco de miedo, pero ya no tanto
como antes >>
<<En el fondo sigo teniendo miedo, aunque no lo
quiera confesar>>
<<Me atormento a mi mismo con toda clase de
temor>>
<<Tengo miedo ¡Ahora que debería ser valiente!
>>
A cada una de estas proposiciones le corresponde un
determinado tono de voz, a cada una un contexto distinto” (Fragmento del
párrafo IX)
Estas preposiciones
reflejan un razonamiento que es aprovechado por los dominadores, en un juego de
lenguaje que aparente ser tácito, pero que cuenta con el consentimiento de
ambas partes, una complicidad que se basa en entregar y recibir, el dominante
entrega protección y beneficios, el dominado entrega apoyo y sustento de
diverso tipo, este juego de lenguaje se asimila al vasallaje vivido en el
feudalismo Europeo, como tan bien lo refleja el monarca franco Luis XI en su
máxima: “Quien no sabe disimular, no sabe
gobernar”, (Kendall, 1974), este
juego cómplice es crucial, resulta ser el sustrato de la dominancia, donde la
violencia se evidencia en el aprovechamiento que sucede del dominante sobre el
dominador, en donde dirige el pensamiento y el actuar del dominado como un
títere dentro de sus designios, una marioneta que solo es un medio de la voz
del Héroe.
Esta interacción
forzada, que es conjugada con la legitimización, puede operar perfectamente con
la siguiente cita:
(Lyotard, 1987)”Aquí intervienen las técnicas. Éstas, inicialmente, son
prótesis de órganos o de sistemas fisiológicos humanos que tiene por función
recibir los datos o actuar sobre el contexto. Obedecen a un principio, el de la
optimización de actuaciones: aumento de output (informaciones o modificaciones
obtenidas), disminución del input (energía gastada) para obtenerlos. Son, pues,
juegos en los que la pertinencia no es ni la verdadera, ni la justa, ni la
bella, etc. Sino la eficiente: una <<jugada>>
técnica es <<buena>> cuando funciona mejor y/o cuando gasta menos
que otra.”(Pp.83)
Se puede ejemplificar
lo anterior en esto: (Wittgenstein, Investigaciones Filosoficas, 1999)”Si
yo escuchara el discurso que sale de mi boca, podría decir que es otro que
habla por mi boca”(Fragmento del párrafo X)
La mano invisible de Adam Smith (Smith, 2004) no solo actúa en el mercado de
valores…
Para tratar la
violencia activa (que es la forma de violencia tradicional que se nos gráfica
siempre, el de las armas, los puños, etc), usaré una contraposición a las ideas
expuestas anteriormente, con una ácida crítica de un autor ya mencionado:
(Sokal, 2009)”La teoría del big bang puede ser cierta <<para
nosotros>> o en <<nuestra cultura>> - opina esta gente – , y
la historia de la creación de los Zunis es equivalentemente validad para ellos.
A nosotros nos parece que esta actitud relativista es
perniciosa tanto intelectual como políticamente, y que los argumentos que se
suelen invocar a favor del relativismo cognitivo se basan en una serie de
confusiones conceptuales (…)”(Pp.227-228).
Esta critica plantea
una distorsión en los significados del lenguaje, una explosión de incomprensión
entre los hablantes, donde se intentaba entender solo resta confusión, y esto,
bajo una dominación compatible en propósitos, puede direccionarla y producir
conflictos, que se pueden materializar en diversas formas.
Respecto a esto, se
puede contrarrestar con el próximo punto
(Wittgenstein,
Investigaciones Filosoficas, 1999):
“12. Es como cuando miramos la cabina de una locomotora:
Hay allí manubrios que parecen todos más o menos iguales. (Esto es comprensible
puesto que todos ellos deben ser asidos con la mano). Pero uno es el manubrio
de un cigüeñal que puede graduarse de modo continuo (regula la apertura de una
válvula); otro es el manubrio de un conmutador que solo tiene dos posiciones
efectivas: está abierto o cerrado; un tercero es el mango de una palanca de
frenad: cuanto más fuerte se tira, más fuerte se frena; un cuarto es el
manubrio de una bomba: solo funciona mientras uno lo mueve de acá a allá.
13. Cuando decimos: <<toda palabra del lenguaje
designa algo>> todavía no se ha dicho con ello, por de pronto
absolutamente nada, a no ser que expliquemos exactamente que distinción
deseamos hacer. (Bien pudiera ser que quisiéramos distinguir las palabras del
lenguaje (8) de palabras “sin significado” como las que aparecen en los poemas
de Lewis Carroll o de palabras como <<ixuxü>> en alguna
canciones).(Parte Uno, fragmentos 12 y 13)
Lo señalado en el
punto 13. Es muy preciso en describir el vicio al que apunta Sokal, aquél en el
que la desvirtuación de significado, le quita toda legitimidad al discurso
emitido. ¿pero por qué? Se debe a que la explicación necesaria, es
incompatible, está fuera de la realidad racionalista, ya qué atenta en contra
del principio de la “Gran Teoría”, el deseo de unificarlo todo, ese
racionalismo cognitivo “toxico”, es desconocido, es como el dilema moral de la
práctica de la necromancia en los estudios alquímicos del siglo XIV-XV, en
donde se omitía tu conocimiento, por no emparentarse con la corriente dominante.
Este mini capitulo de
violencia pasiva dentro de la activa, permitirá abocarnos a la última, ya que
sin la primera, no podremos vislumbrar la segunda en el sentido que deseo
evidenciar.
(Wittgenstein, Tractaus
logico-philosophicus, 2001) La introducción de
un nuevo recurso en el simbolismo de la lógica ha de ser siempre un
acontecimiento cargado de consecuencias. (…) (Esto necesitaría una
justificación. Tal justificación falta y ha de faltar, dado que el
procedimiento no está, de hecho permitido.) Pero si la introducción de un nuevo
adminículo en un lugar se ha revelado necesaria, entonces hay que preguntarse
en seguida: ¿Dónde habrá que usar siempre este adminículo a partir de ahora? Su
posición en la lógica es lo que hay que explicar ahora.”(Pp.115)
Wittgenstein expone el
porqué de la exposición de los conceptos y la etapa previa, para pasar a la
etapa más tangible del meollo. Son los hechos expuestos los que configuran los
sistemas violentos de desigualdad e intolerancia. La moral surge mas como una
herramienta de comprensión y en cierto sentido “de contención”, incluso de
justificación. ¿Cuáles son las consecuencias? Las consecuencias están ahí
fuera, fuera del escritorio y de la pantalla del PC. ¿Los escuchas?, ¿Los
hueles?, son esos que la violencia ha tratado de suprimir, y no en el sentido
de quitarles la vida, sino de hacer omitibles su vida. Allá en Gaza, en Sierra
Leona, en la Araucanía, los factores de violencia y dominancia están
ejecutándose, y también los de resistencia, una violencia justificada surge
como respuesta, como el medio (¿impuesto?) para responder.
Las guerrillas del
globo alegan que para ganar algo, algo debe ser sacrificado. Las bajas son
necesarias, las matanzas son requeridas, las órdenes de fuego son imperantes.
Con influencia maquiavélica vemos como la guerra informal toma preponderancia
en el escenario mundial actual,
Esos motivos que nos
unen como nación, los orgullos del pasado, las riquezas en historias, son fruto
y semilla de estos mecanismos, y lo que mal llamamos desarrollo, - que en algún
momento pudo serlo - , ahora no es más que otra herramienta, un nuevo recurso
del poder, el conocimiento donado a los poderes facticos, que ejecutan esta red
de juegos, tácitos y evidentes, donde el Latino en el primer mundo debe abrirse
paso a punta de la meritocracia, el árabe o sangra en la arena o se exporta en
búsqueda de la modernidad, el africano es condenado a vivir en la muerte, y
nosotros juzgamos desde la vida.
En el texto Sokal, se
deja entrever este dilema del progreso como un ancla, una pesada que puede
mantenernos fijos y a flote, como componentes vitales o fijos y hundirnos. En
la siguiente cita responde a la interrogante de lo que le motivo a escribir su
crítica.
(Sokal, 2009)Pero ¿Por qué lo hice? Confieso que soy un viejo
izquierdista impenitente que nunca ha entendido como se supone que la
desconstrucción va a ayudar a la clase obrera. Y soy también un viejo
científico pesado que cree, ingenuamente que existe un mundo externo, que
existen verdades objetivas sobre el mundo y que mi misión es descubrir alguna
de ellas. (Si la ciencia no fuera más que una negociación de convenciones
sociales sobre lo que acordamos llamar <<verdadero>>, ¿por qué
habría de molestarme en a ella una gran parte de mi cortísima vida? No aspiro a
ser la Emily Post de la teoría cuántica de campos)” (Pp. 128-129)
Es el lenguaje
jugando a ambos bandos, Sokal alega el que el sentido de la desconstrucción no
afín a las necesidades de la clase obrera, pero la riqueza de eso está en las
posibilidades, esas deslegitimadas posibilidades de descontruir las categorías
que han estratificado las vidas humanas, Es esa la oportunidad deseada y
negada, el Mesías renegado de una liberación en significado y significantes.
Forman (1987), citado
por Harding, y este citado en el texto de Sokal. Reconoce las influencias pero
reniega la relevancia bajo falacias, sin razonamientos realmente irrebatibles (y por eso mismo
defienden sacralizadamente el acto de falsear, como el detector de mentiras por
antítesis).
(Sokal,
2009)
Harding (citando a Forman 1987) señala que la investigación norteamericana
sobre electrónica cuántica realizada en las décadas de 1940 y 1950 estaba
motivada en gran parte por sus posibles aplicaciones militares. Cosa bastante
cierta. Ahora, la mecánica cuántica hizo posible la física del estado sólido,
que a su vez, hizo posible la electrónica cuántica (por ejemplo: el transitor),
que a su vez, hizo posible casi todas las nuevas tecnologías ( por ejemplo el
ordenador). Y el ordenador ha tenido aplicaciones muy beneficiosas para la
humanidad (por ejemplo: permitiendo al crítico postmoderno redactar sus
artículos más fácilmente) y aplicaciones mas nocivas ( por ejemplo: permitiendo
al ejercito de los Estados Unidos matar seres humanos más fácilmente). Esto
plantea multitud de preguntas de ética social e individual ¿debería la sociedad
prohibir o desincentivar ciertas aplicaciones de la informática? (…) ¿hasta qué
punto nuestros conocimientos (verdaderos) de informática, electrónica cuántica,
física del estado sólido y mecánica cuántica (así como nuestra falta de conocimiento
sobre otros temas científicos, como el clima mundial) son el resultado de
decisiones políticas oficiales que fomentan el militarismo? (…)”,(Pp.132-133).
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Lo que se desprende
de todos estos análisis de las posturas racionalistas y relativistas, en un
intento de combinarlas en ciertos aspectos, mientras que en otros evidencian
diferencias. Ambos métodos ofrecen herramientas útiles para resolver el dilema
del conocimiento y sus implicancias en los lazos sociales. Del mismo modo, el
lenguaje, como medio de interacción y de interacciones, es la matriz donde se
forman dichas relaciones, desarrollándose hasta extrapolarse a un nivel
estructural. Los agentes son los albañiles de esta obra.
Las falencias del
postmodernismo son las imperfecciones del lenguaje que señalaba Wittgenstein en
su Tractatus, esas ambigüedades y malformaciones de significado que complican
la producción de conocimiento. La desconstrucción del lenguaje es la
desconstrucción del sistema, la opresión moderna ha dado paso a libertades que
permiten su omisión.
Los movimientos de
resistencia llevan todo este bagaje que les puede resultar ajeno y absurdo. Sus
realidades no se han emparentado con esta matriz al nivel que hemos
profundizado hoy, sin embargo, son la clave para la evolución de esta máquina,
de este leviatán.
La violencia nos hizo
humanos, el lenguaje nos hizo seres humanos.
(Milton, 2011)"...casi
tan bueno matar un hombre como matar un buen libro. El que mata a un hombre,
mata a un ser de razón, imagen de Dios; pero quien destruye un libro, mata la
razón misma, mata la imagen de Dios, como estaba en el ojo.(…) La suerte es el
residuo de los designios”
“El mundo está constituido de hechos”, Wittgenstein (2001).
![](file:///C:/DOCUME~1/soporte/CONFIG~1/Temp/msohtmlclip1/01/clip_image014.jpg)
BIBLIOGRAFÍA:
Kendall, P. M. (1974). Louis XI, l'universelle
araigne. Fayard.
Lyotard,
J. F. (1987). La condición postmoderna. Buenos Aires, Argentina: R.E.I.
Milton,
J. (2011). El paraiso perdido. Madrid, España: Ibericas.
Organización
mundial de la salud (OMS). (3 de Octubre de 2002). www.who.int.
Recuperado el 5 de Agosto de 2013, de Informe sobre la violencia y la salud.:
http://www.who.int/violence_injury_prevention/violence/world_report/en/abstract_es.pdf
Smith,
A. (2004). Teoría de los sentimientos morales. Madrid, España: Alianza.
Sokal,
A. (2009). Más allá de las imposturas intelectuales, ciencia, filosofía y
cultura. Madrid, España.: Padios Ibérica S.A.
Wittgenstein,
L. (1999). Investigaciones Filosoficas. Madrid, España: Editorial
Altaya.
Wittgenstein,
L. (2001). Tractaus logico-philosophicus. Madrid, España: Alianza.
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